Día de las Madres

“Venid los moradores del campo y la ciudad”.

Archivo Deportivo, como todos los años, dedica esta fecha a todas las madres del mundo, en su gran día.

New York, New York, mayo 29, 2022 – María de los Ángeles Trinidad de Moya de Vásquez nació en la culta y olímpica provincia de La Vega; No solo fue Primera Dama de la República en tres ocasiones, sino una prolífica compositora.

 Una de sus grandes composiciones fue sin lugar a dudas, el Himno a las Madres, la cual dedicó a todas las madres del mundo.

Doña Trina, como cariñosamente era conocida, 1863 – 1941, murió en Puerto Rico, donde también falleció su esposo, don Horacio Vásquez, en 1936, quien en tres ocasiones ocupó el solio presidencial dominicano.

Archivo Deportivo dedica su columna de hoy a todas las madres del mundo, como fue el deseo de Doña Trina, por su gran abnegación sin par.

Aunque se celebraba anualmente,  un día como hoy, el “Día de las Madres” se oficializó  en 1926, por petición de los diputados Rafael Brache, La Vega, y don Gregorio Mateo, ( Listín Diario, mayo 29, 1926 ).

Para mi, sin embargo, todos los días son, “Día de las Madres”.

El Himno

¡Venid los moradores del campo y la ciudad,

y entonemos un himno de intenso amor filial.

Cantemos a las madres la ternura y su afán,

y su noble atributo de abnegación sin par.

Celebremos todos la fiesta más bella,

la que más conmueve nuestro corazón.

Fiesta meritoria que honramos con ella,

a todas las madres de la creación.

Quien como una madre, con su dulce canto,

Nos disipa el llanto, nos calma el dolor,

Solo con brindarnos su regazo santo,

Con solo cantarnos, baladas de amor.

De ella aprende el niño la sonrisa tierna,

el joven la noble benéfica acción.

Recuerda el anciano la sonrisa tierna,

y en su alma florece la resignación.

Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Hace cien años: Una reina se divirtió; La otra lloró.

“Los campos en lucha, se mostraron interesados. El Escogido, entero, en su magnifica forma de ostensible empuje y de mejor resistencia. El Licey apareció como expresó la crónica, quebrantado en el principal resorte y decidido su campo a suplir la deficiencia máxima. Y las suplió hasta que pudo”,
 Listín Diario, mayo 15, 1922

New York, New York, mayo 14, 2022 – En 1922, se celebró el primer “Campeonato local” entre los Amarillos del Licey y los Leones del Escogido. El mismo se efectuó en los terrenos del Complejo Deportivo del hipódromo La Primavera en la capital dominicana, del nueve de abril al diez de setiembre de dicho año.

Escogido, que contaba entre sus integrantes a un joven de 16 años de edad, de nombre Juan Esteban “Tetelo” Vargas, se alzó con la corona, ganando 13 de 19 partidos celebrados, de un torneo pactado a 21 encuentros.

En esta serie hubo un choque que se ha convertido en una leyenda en el folklore beisbolero dominicano: Cuando la Reina lloró.

Con las acciones igualadas a dos victorias por bandos, en el juego del domingo 14 de mayo, el novato Joaquín Suncar, Licey, y el veterano Rafael “Fellito” Guerra, sostuvieron duelo de lanzadores, que hasta la séptima entrada, se mantuvo empatado a dos carreras.

El Escogido se fue al frente 1-0, en el segundo acto, pero sencillos de Francisco “Ninín” Rodríguez, Luis Ernesto “Burrulote” Rodríguez y Fernando A. “Pindú” Miranda, más error del cuadro contrario, dieron al Licey ventaja de 2-1, en la parte baja de la cuarta.

Empero, abriendo el sexto episodio, Suncar, aparentemente cansado, transfirió a Diógenes Lara, Mateo de la Rosa y a Luis “Piñao” Acosta. El dirigente del Licey, el boricua Pedro Miguel Caratini, sustituyó a Suncar por Alejandro Pedro San, quien de inmediato abanicó a René Velázquez y a Carlos Frómeta. Pero Lara anotó la del empate desde la antesala por error en tiro del receptor Luis Valerio, a esa posición.

Los Tigres tomaron la delantera, 5-2, en el octavo inning, al combinar incogibles de Pedro Augusto Saillant, Caratini, pelotazo a Burrulote y batazo de Luis Tomás Saillant, que limpió las bases.

El derecho San, el hombre de la bola submarina, había lanzado perfecto desde la sexta, pero en la novena fue la de Troya para el Licey.

En dicha entrada, Escogido anotó cuatro veces, de la siguiente manera:  Velázquez, fue out por la vía 63; Carlos Frómeta fue transferido; Manuel Henríquez se embasó por error del intermedista  Burrulote Rodríguez y Juan Bautista “Pajarito” Perdomo, de emergente, llegó a primera, por error del inicialista Luis Tomás Saillant. Con los sacos llenos, Nono Otañez fue golpeado por San, quien lanzaba en sustitución del abridor  Suncar.

A continuación, el inicialista Mateo de la Rosa, disparó doble empujador de tres vueltas.

Diógenes Lara y Rafael E. “Guaguá” Vargas, cerraron la entrada, con De la Rosa esperando remolque.

  Se dice, que Amelia Cabral, la belleza santiaguera, Reina del Escogido, gozó inmensamente, pero que Esperanza Pereira, la belleza vegana, Reina del Licey, lloró en forma inconsolable.

 Cuando a De la Rosa le informaron sobre la tristeza que provocó su batazo a la Reina del Licey, constestó, de acuerdo a la leyenda: “Quien gana es quien goza”.

El batazo de Mateo se produjo por los predios del jardín central, defendido por Néstor el “Loco” Lambertus, quien había sustituido en la novena  a Miranda, regular de dicha posición.

Los apologistas del Licey se lamentan de que Miranda, uno de los mejores fildeadores de la época, no hubiera tenido problema con el batazo de Mateo, que el novato Lambertus, no pudo capturar.

El partido

Escogido            010   001   004         6   7   4
Licey                   000   200   030         5   5   6

Guerra, Perdomo (9), con Guaguá Vargas, por el Escogido;
Suncar, San (6), con Valerio por el Licey.
Ganó: Guerra; perdió San.

Lanzadores en el Salón de la Fama que actuaron en torneos dominicanos

“El Diamante Negro, quien fue importado por el Licey, pagándole todos los gastos y un lujoso sueldo, ha fracasado en la jugada del domingo con los muchachos del Campeón local ( Nuevo Club ) y según declaración de algunos liceístas, será reembarcado  por el primer vapor que salga para Cuba”, Listín Diario, octubre 1, 1913.

New York, New York, mayo 4, 2022 – En septiembre del 1913, los Criollos del Nuevo Club y los Amarillos del Licey, los eternos rivales de la época en el beisbol dominicano, iniciarion una de las muchas series locales que celebraban ambos conjuntos capitaleños Como de costumbre, el Nuevo Club, favorito para llevarse la corona, actuaba solamente con material nativo, contrario al Licey que a veces usaba hasta siete importados en su alineación.

Uno de ellos, José de la Caridad Méndez.

“Mañana tendrá efecto el segundo encuentro de la serie de once matchs acordados entre el Nuevo Club, Campeón local y el Licey. Reina mucho entusiasmo con motivo de la jugada. Es posible que para el Licey ocupe el box el afamado pitcher cubano, Diamante Negro”, informa el vespertino capitaleño, el sábado 27 de septiembre del 1913.

La forma en que fue vapuleado por los Criollos, muchos liceístas señalaban que fue un impostor, quien  llegó de Cuba.

En la temporada cubana, que comenzó en diciembre del 1913, el Diamante Negro teminó con record de 10 – 0, con los campeones  Alacranes del Almendares.

Por su gran labor en las Ligas Negras, especialmente con los Monarcas de Kansas City, Méndez fue exaltado al Salón de la Fama en el 2006, convirtiéndose cronológicamente, en el primero, de ocho lanzadores, miembros del Salón de los Inmortales, en participar en la pelota dominicana.

Otros  siguieron a Méndez.

1929 –  Martín Dihigo ( 2 )

Excepto la receptoría, Dihigo defendía todas las posiciones con eficiencia, pero en Cooperstown, en 1977, fue exaltado como lanzador.

El “Inmortal” participó por primera vez en el beisbol dominicano con los Leones del Escogido, en el campenato nacional del 1929, entre Tigres del Licey, Águilas Cibaeñas y el Escogido. Bateando un pobre .231, 6/26, abandonó al equipo, junto a su compatriota, el jardinero Bernardo Baró. Regresó en 1937, como dirigente – jugador de las Águilas Cibaeñas. Como lanzador, terminó con marca de 6 – 4 y promedio de bateo de .351, empatado en cuadrangulares, 4, con Santos Amaro y 19 vuetas empujadas. Dihigo sustituyó a Luis Tomás Saillant en la dirigencia cibaeña. Nuevamente, reemplazó a un nativo, esta vez, al antesalista Rafael Valdez, como manager de las Águilas, en 1951.

En 1952, capataz de los Leones del Escogido. Fue licenciado y en su lugar, nombrado el boricua Fellé Delgado.

`1937 – Satchel Paige ( 3 )

Llevado al Salón de la Fama en 1971, Paige debutó en República Dominicana el 25 de abril del 1937, defendiendo los colores de los Dragones de Ciudad Trujillo, contra las Estrelas Orientales, en el estadio Tetelo Vargas, de San Pedro de Macorís. Terminó el torneo, ganado por su equipo, con marca de 6 – 3. Paige tuvo record de 0- 3, frente a las Águilas Cibaeñas en el estadio Enriquillo, de la ciudad norteña.

1957 – 1958 – Juan Marichal ( 4 )

Marichal, Salón de la Fama 1983, debutó con los Leones del Escogido en 1957 – 1958, equipo con el que jugó ocho temporadas, compilando record de por vida de 36 – 22 – 1.87. Tal vez, su mejor temporada fue la del 1960 – 1961, cuando terminó con 7 – 3 – 1.41 y 79 abanicados, 15 de ellos contra las Águilas Cibaeñas, el siete de diciembre, en el estadio Leonidas Radhamés, hoy estadio Cibao, de Santiago.

1958 – 1959, Bob Gibson ( 5 )

Gibson, miembro del salón, 1981, como Méndez, lo hizo muy mal con los Tigres del Licey, con quienes compiló marca de 2 – 6 – 5.00.  Fue su único año en el beisbol dominicano.

1963 – 1964 – Gaylord Perry ( 6 )

Perry, en el Salón de la Fama desde el  1991, participó con los Leones del Escogido; tuvo record de 8 – 8 – 2.00, para un equipo que terminó 29 – 28, en la segunda posición. No regresó a la pelota rentada del paَis.

1966 – 1967 – Phil Niekro ( 7 )

En Cooperstown ( 1997 ), Niekro jugó con las Estrellas Orientales. Ganó ocho y perdió seis; Permitió 41 vueltas en 142 entradas para  efectividad de 2.60.

1990 – Pedro Martínez – ( 8 )

En cuatro temporadas con los Tigres del Licey, Martínez, Cooperstown 2015, lanzó unas 70 entradas. Se distinguió por actuar en forma natural, en una era donde prevaleció el engaño beisbolero entre muchos bigleaguers de entonces.

Otros lanzadores del Salón de la Fama, como Tom Seaver, actuaron en el país dominicano, pero no en sus torneos profesionales.               

Al Cierre

El domingo pasado, Elehuris Montero se convirtió en el dominicano 857, dependiendo a quien se escuche, y el 22,631 en llegar a las Grandes Ligas. Montero debutó disparando dos hits como bateador designado de los Rockies de Colorado. En el beisbol dominicano, en la temporada pasada, con las Estrellas Orientales, bateó .221 – 2 – 15 en 140 turnos al bate. Sus dos cuadrangulares se produjeron, el primero, el 31 de octubre contra los Toros del Este, en La Romana,  y el segundo en el estadio Cibao, contra las Águilas Cibaeñas, el siete de noviembre. Montero es hijo de Francisco Montero, quien jugó por cuatro años en las ligas menores. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.