New York, New York, noviembre 28, 2021 – La versión 68 de la pelota profesional dominicana, que este año consta de 40 juegos, completó su primera parte el pasado domingo 21 del presente, cada conjunto celebrando 20 partidos, excepto los Tigres del Licey y los Gigantes del Cibao, que jugaron 21.
Ambos conjuntos, por razones que pocos conocen, se enfrentaron en un choque fuera de calendario.
Como siempre, el pitcheo ha dominado la liga, produciéndose diez blanqueadas.
Para muchos, el dominio absoluto de los pacientes Toros del Este, frente a los Tigres del Licey; una joya de un hit de las Estrellas Orientales, y la designación de José Offerman, un miembro de la vieja guardia, como dirigente del Licey, fueron algunos de los hechos sobresalientes de la primera mitad del torneo 2021 – 2022.
Los Toros, que recibieron 120 boletos gratis en sus primeras 20 confrontaciones, han derrotado al Licey trece veces en forma seguida y sus lanzadores le han permitido apenas una vuelta en los últimos 33 episodios.
El sábado 31 de octubre, cuatro lanzadores Orientales tiraron blanqueada de un hit, venciendo a los Toros, 1 – 0, en La Romana.
Licey nombró a Offerman su capataz el 11 de noviembre, y su Gerente General, un sustentador de la sabermétrica basebolera, despedido el mismo día. El conjunto ganó inmediatamente cuatro veces en forma corrida.
Los Toros de Este han propinado tres blanqueadas y han recibido dos, mientras que las Águilas Cibaeñas y Leones del Escogido, 2 – 1; Estrellas Orientales, 2 – 2; Gigantes de Cibao, 1 – 1 y Licey, 0 – 3, completan las lechadas propinadas y recibidas en la primera parte del presente campeonato.
En otro orden, los Gigantes encabezaron la primera parte en bateo colectivo, .253; los Orientales, el pitcheo, 2.71 y en fildeo, las Águilas, .979, aunque a veces cometen errores costosos.
Es bueno señalar que Lidom y Basballreference.com difieren en las estadísticas.
El primero tiene al pitcheo Oriental con 53 carreras limpias permitidas en 176 entradas y el segundo con 50 en la misma cantiad de episodios, para 2.56 de efectividad.
En bateo individual, Kelvin Gutiérrez, jugador del cuadro de los Gigantes, encabezó la primera mitad con .455 en 55 turnos oficiales al plato, mientras que Bryan de la Cruz, jardinero de los Toros del Este, disparó el único Grand Slam de la primera parte, el 10 de noviembre, contra las Águilas Cibaeñas.
La Regla 9.22 indica que para clasificar por la corona de bateo, el bateador debe consumer 3.1 por el total de juegos de su equipo, ( 3.1 por 40 = 124 turnos ).
Entre los lanzadores, Wendolyn Bautista, Águilas Cibaeñas, 3 – 0 – 0.00 de efectividad, fue el líder en dichas categorías en los primeros 20 encuentros de la temporada.
Es curioso notar que Darío Álvarez, A. C. tiene 2 – 0 – 10.38 y Evan Maclane, E. O. está en 0 – 1 – 22.50.
Todo esto sucedió en la primera parte del torneo, vamos a ver que pasará en la segunda.
Al cierre
El viernes pasado, se cumplió un año más de la muerte en un accidente aéreo en Caracas, Venezuela, de Charlie Peete, jardinero de la raza de color de los Cardenales de San Luis. En 1956, Peete se llevó la corona de bateo de la Asociación Americana, con .350 de promedio, participando con el Omaha, sucursal de los Cardenales. Fue llamado al equipo mayor y al terminar la temporada, participó con los Elefantes del Cienfuegos, de la Liga Cubana. Su actuación fue pobre, disparando cuatro hits en unos 40 turnos. Peete se fue de 6-2, contra los Leones del Habana, el dos de noviembre del 1956 y de 4-2, el seis de noviembre, también contra el Habana. Fue su última aparición en la Liga Cubana. Firmado por el Valencia, de la Liga Venezolana, Peete se dirigió a los Estados Unidos y en vuelo de New York a Caracas, la nave se estrelló contra una montaña de la capital venezolana, dos minutos antes de aterrizar. Pete falleció con su esposa y tres hijos, uno de cuatro meses de edad. ( Fuente: Diario de la Marina, La Habana, Cuba )… Un día como hoy, en el 2016: En el estadio Julián Javier, de San Francisco de Macorís, los Gigantes del Cibao ganan 3 – 0, a los Leones del Escogido. Patrick Johnson, 1 – 0, el primero de cinco lanzadores Gigantes, fue el pitcher ganador. El jardinero Rubén Sosa disparó dos, de los tres incogibles de los Leones.
Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.