Quince Dirigentes en una Temporada

“No deseo seguir trabajando con peloteros irresponsables y faltos de concepto”, Francisco “Pancho” Coimbre, cuarto  dirigente de los Leones del Escogido, El Caribe, agosto 21, 1951.

New York, New York,  diciembre 20,  2023 – Washington Heights es una comunidad en el Alto Manhattan, donde residen miles de dominicanos, muchos de ellos, grandes conocedores del beisbol. Como tal, señalan, que ser dirigente en la Lidom es peor que visitar un consultorio dental. Despedirlo de su trabajo no es nada nuevo. Es una cultura.

Cultura que se viene arrastrando  desde hace mucho tiempo.

En efecto, en el campeonato del 1937, los Dragones de Ciudad Trujillo fueron comandados por los dominicanos José A. Sabino, Hostos Fiallo y Luis Ernesto “Burrulote” Rodríguez, en apenas 31 partidos que duró el torneo.

La cultura del despido continuó 14 años después que se jugó nuevamente pelota rentada en el país, en la forma de quince, en 1951.

En una temporada de 54 juegos, quince titulares vieron acción en los cuatro conjuntos de la liga.

Tigres del Licey (5)

La temporada se inició el sábado cinco de mayo con el boricua Félix Rafael “Fellé” Delgado como su piloto.

En junio, Delgado fue internado en una clínica de la capital y Horacio Martínez tomó el mando de los felinos.

En julio, Licey envió a Delgado a Kansas City para firmar al bateador de poder Wilard Brown. Fracasó en su intento, pero en su lugar, firmó a Alonzo Perry. El resto es historia.

En agosto, Perry entró por Delgado y Manuel Henríquez por Perry. Henríquez llevó a los Azules a la conquista de su primera corona final.

“Licey me despidió porque no pude firmar a Brown” declaró Delgado al periódico El Mundo, de San Juan, Puerto Rico.

Delgado, quien permaneció en la oficina del Licey, fue responsable de la llegada del lanzador Marlon “Sugar” Cain, de gran ayuda a la causa liceista. Enrique, el “Mariscal” Lantigua, se encargó del equipo,  mientras Delgado se encontraba en Kansas City.

Leones del Escogido ( 5 )

José “Pepe Lucas” Saint Claire fue el primer líder de los Leones, pero el 18 de mayo fue relevado de su cargo por Dick Seay, quien fungía como coach de los Cangrejeros de Santurce de la Liga boricua.

En forma “misteriosa”, Seay desapareció en  junio, y Lucas se hizo cargo de la novena.

El 12 de julio, Francisco “Pancho” Coimbre, considerado por la prensa boricua como el mejor pelotero puertorriqueño que nunca jugó en Grandes Ligas, fue nombrado capataz de los Leones.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                         

Desilucionado por el comportamiento de los jugadores a su alrededor, a quienes calificó de irresponsables,  el pundonoroso Coimbre renunció el 20 de agosto y por tercera ocasión, Lucas fue nombrado el líder de la cueva roja.

Águilas Cibaeñas ( 3 )

El caballeroso antesalista Rafael Valdez, comenzó al frente de las Águilas, para ser reemplazado el 24 de mayo por el cubano Martín Dihigo.

Pero Dihigo tuvo problemas con la directiva cibaeña, que lo acusó de vender un encuentro.

El domingo dos de septiembre, las Águilas perdieron 9 – 7, de las Estrellas Orientales, en el estadio Ramfis, de la Sultana del Este.

Dihigo abrió con el prometedor novato Miguel “Ford” Aracena, pero los jerarcas cibaeños consideraron que debió haberlo hecho con el estelar zurdo Tomás Gómez Checo. Fue cancelado y el jardinero Pedro Formental tomó las riendas del conjunto.

“Me acusaron de vender el partido” declaró Dihigo.

A “Ford” Aracena le anotaron siete veces en la entrada inicial.

Estrellas Orientales ( 2 )

El inmenso Juan Esteban “Tetelo” Vargas fue el primer encargado de los Orientales, pero a mitad de julio,  el cubano Manuel “Cocaína” García,  entró por él.

La cultura del cambio se modificó con la llegada de la pelota invernal, debido al acuerdo con los equipos de Grandes Ligas.

No obstante, en la temporada de 1956 – 1957, las Estrellas Orientales, que terminaron con record de 10 – 44,  tuvieron a Mike McCormick, Red Kress, Ray Hatfield y Jon Gray, como mandamases.

Como se nota,  el cambio de managers en la Lidom, no es nada sorprendente.

Al Cierre.

En esta fecha: 1960, el zurdo Danilo Rivas abanica a 16 bateadores del Licey, en la victoria 18 – 3, de los Leones del Escogido en el estadio Trujillo, hoy Quisqueya. Rivas, quien estableció un record en la pelota dominicana, tiró juego completo. 1970: El canadiense Reggie Cleveland y Pedro Borbón, Licey, combinan sus lanzamientos para vencer 7 – 2, a las Águilas Cibaeñas. Cleveland 7 – 3, fue el pitcher ganador. Sencillo de Franklyn Taveras empujó las dos vueltas de las Águilas. 4,125 fanáticos asitieron al partido en el estadio Quisqueya…2016, los Gigantes del Cibao vencen a las Águilas Cibaeñas  4 – 1, en el estadio Cibao. Fue la quinta derrota aguilucha en forma consecutiva. Terry Doyle, 4 – 3, fue el lanzador ganador;  Roenis Elías, 2 – 3,  el perdedor.

Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

El Reloj

“ La Comisión Nacional de Beisbol acordó dejar sin efecto la adjudicación  del partido al club de las Águilas Cibaeñas por el forfeit el sábado 12. El árbitro principal Ignacio Domínguez alegó que el Licey estaba usando tácticas dilatorias y confiscó el partido a favor de los norteños”, El Caribe, julio 16, 1952.

New York, New York, diciembre 16, 2023 – En esta entrega me voy a referir al reloj, pero no al icónico reloj de Montecristi, ni al de Roberto Cantoral, sino al que  comenzó este año en las Grandes Ligas, y que se practica en todas las ligas profesionales de este deporte.

El beisbol debutó en 1845 y desde entonces, ha sido objeto de muchas reformas

Una de esas reformas es la del reloj, que limita el tiempo entre lanzamientos, de un lanzador en el montículo, y de un bateador, en la caja de bateo.

Como todo cambio, la controversial regla tiene sus seguidores y detractores.

Pero una cosa es cierta, ha terminado con las marrullas en el Deporte Rey.

Esas marrullas de algunos dirigentes, de alargar un partido, por beneficio propio, que han motivado a un árbitro principal declarar  forfeit, en varias ocasiones en el beisbol dominicano.

Una de esas ocasiones ocurrió  entre las Águilas Cibaeñas y los Tigres del Licey en 1952.

El sábado 12 de julio de dicho año, ambos conjuntos iniciaron el primero, de una serie de tres encuentros, en el estadio de la Escuela Normal Presidente Trujillo, de la capital.

En la época, estas novenas no tenían la fiera rivalidad de hoy en día.

Las Águilas abrieron con el venezolano Emilio Cueche en la lomita; Licey con su estelar, el zurdo Diómedes “Guayubín” Olivo.

Doble del cubano Fernando “Bicho” Pedroso y kilométrico  cuadrangular del receptor boricua Luis Villodas, dieron ventaja 2 – 0, a los cibaeños, en la segunda entrada.

Los norteños aumentaron esa  ventaja a 6 –  0,  en el tercer episodio, por error del paracorto  Rafael “Papito” Vargas, hit de Pedroso, transferencia a Villodas y dobles de Cueche y del inicialista Elías Frías.

La lluvia amenazaba en la capital dominicana y al llegar a la parte baja de la quinta, se hicieron presentes las marrullas.

Alonzo Perry, primer bateador del episodio,  se ponchó,  pero se quedó en el plato, protestándole a Ignacio Domínguez, el árbitro principal, quien se vio obligado a  expulsarlo del juego.

El receptor Casey Jones, el siguiente bateador, apareció dos mintos después;  Federico “Chichí” Olivo, quien relevó a su hermano “Guayubín”, Luis Rodríguez Olmo y otros más, demoraban las acciones  con sus tácticas dilatorias, declaró Domínguez, quien esperó más de dies minutos para declarar el forfeit a favor de las Águilas.

La Comisión Nacional de Beisbol anuló la decisión del árbitro y  tuvo que celebrarse nuevamente,  pues Licey amenazó con retirarse del torneo. ( Por la arrogancia de entonces  era común que un equipo amenazara con retirarse por cualquier quítame esta paja), al final, las Águilas se alzaron con el triunfo.

Con el “Reloj”, eso nunca hubiera pasado y esa es una las bellezas de la nueva regla.

Al Cierre

En esta fecha: En 1955, las Estrellas Orientales, con Charles Beaumont en el montículo, derrotaron 5 – 2,  a los Leones del Escogido en el estadio Trujillo, hoy Quisqueya. Beaumont, 3 – 0, cubrió la ruta. Los Orientales pusieron su record en 9 – 21, el peor de la liga…En 1970, el canadiense Reggie Cleveland y Chichí  Olivo  combinan sus lanzamientos, para darle victoria 5 – 2, a los Tigres del Licey frente a las Águilas Cibaeñas.  2,738 fanáticos asistieron al estadio Cibao, de Santiago… Los cínicos del Alto Manhattan señalan que dirigir en la pelota dominicana es peor que estar sentado en una “Silla de alfileres”.
Hasta la próxima,  si Dios lo permite. Abur, abur.

Licey, Escogido y el Paladión

“El Licey y el Escogido medirán sus fuerzas en el Gimnasio Escolar. El domingo comienza la serie iniciada por el Paladión. Esta serie, a beneficio de los huérfanos del Dr. Machado, ha despertado entusiasmo entre los simpatizantes del Deporte Rey y se asegura que el primer partido, el domingo, será presenciado por una concurrencia extraordinaria. Al Gimnasio Escolar el domingo a ver la formidable lucha entre Tigres y Leones”, Listín Diario, enero 5, 1923.

New York, New York, diciembre 3, 2023 – Durante la ocupación norteamericana, 1916 – 1924 al pueblo dominicano, surgieron  organizaciones patrióticas que se oponٕían  en forma contundente a la presencia de fuerzas extranjeras en suelo dominicano.

Una de ellas, el Paladión, fundada en 1917, contaba entre sus miembros a Carlos Sánchez y Sánchez, Cristian Lugo y Francisco “Panchito” Prats Ramírez.

A esta organización,  los Leones del Escogido y los Tigres del Licey, los entonces eternos rivales de la pelota criolla, le dedicaron una corta serie para recabar fondos a beneficio de los huérfanos del “Dr. Machado”.

Dicha serie, a siete encuentros, celebrada  en el Complejo Deportivo Gimnasio Escolar, se inició el domingo siete de enero con victoria, 8 – 7, de los Tigres del Licey.

Alineación del Licey:

 Receptor: Luis Ernesto “Burrulote” Rodríguez; Cuadro: Mateo de la Rosa, Francisco “Ninín” Rodríguez, Pedro Miguel Caratini y Fernando “Pato” Lluberes; Jardineros:  Néstor el “Loco” Lambertus, Ernesto “Ernestico” Sánchez y J. B. Harell;  Lanzadores: Baldomero “Mero” Ureña, Miguel “Turco Prieto” Pinales y Juan Bautista Perdomo.

Escogido:

Receptor Rafael E. “Guaguá” Vargas; Cuadro: J. Domínguez, Diógenes Lara, René Velázquez y Luis “Piñao” Acosta; Jardineros:  Juan Esteban “Tetelo” Vargas, Ernesto B. “Ñungulito” Gómez y José Dolores “Nono” Otáñez;   Lanzadores:  Rafael  “Fellito” Guerra,  Rafael   “Sijo” Gómez y Manuel  E. Castillo.

En la época, la mayoría de los jugadores defendían diferentes  posiciones.

Los partidos se jugaban todos los domingos.

Enero 7

Escogido      100   100   203      7   8   3 
Licey             010   221   02x      8   9   3

Enero 14

Licey             000   520   000      7   14   6

Escogido      031   000   001      5     5    2

Enero 21

Escogido      000   010   011      3   6   12
Licey            023   210   43x      15   14   4

Enero 28

Licey             010   000   150      7   7   5
Escogido      100   030   010      5   7   5

Febrero  4

Escogido         500   001   010       7    13     5
  Licey              222   220    01x      11   10    1

Como nota curiosa, el estelar Baldomero “Mero” Ureña, primer jugador dominicano en actuar en los Estados Unidos, ganó todos los encuentro del Licey, cubriendo la ruta en los cuatro primeros y relevando ocho entradas en el quinto.

En 1925, Ureña actuó con los Duques de Allentown, un equipo independiente de la Liga Antracita, del estado de Pensilvania.

En muchas ocasiones se ha dicho que Mero fue el primer dominicano en participar en las ligas menores, pero no es cierto. Rudy Hernández fue el primero en hacerlo.

Al Cierre.

En esta fecha: En 1955, las Estrellas Orientales, con Joe Black en el montículo, derrotan 7 – 2, a los Tigres del Licey. Los Orientales anotaron dos veces en la octava. Fue la última vez que pisaron el plato en 41 entradas seguidas, un record en el beisbol dominicano…Los árbitros  representan a la liga en el terreno de juego. Merecen respeto. Cualquier agresión  a los mismos, es también una agresión  a ella. Por lo tanto, se debe actuar sin contemplaciones, en mi opinión.

Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.