Los Siete Magníficos del Montículo

“ Si existiera una píldora que garantizara a un lanzador 20 victorias,
de seguro que la tomara, aunque le quite cinco años de vida”,
del libro Ball Four.

New York, New York, febrero – Ganar 20 partidos en una temporada de Grandes Ligas se ha convertido en una especie tan en extinción, que el lanzador que lo obtiene lo consideran prácticamente un fuerte candidato al Salón de la Fama.

La tarea se ha hecho tan cuesta arriba, que de 150 abridores, solo tres lo lograron en ambas ligas mayores el año pasado.

En efecto, de unos 300 defensores de la posición número uno,nativos dominicanos, únicamente seis han conquistado el número mágico, el primero Juan Marichal, quien lo realizó en seis ocasiones, cuatro del 1963 al 1966.

Otros que han logrado la codiciada marca son: Joaquín Andújar, Ramón Martínez, Pedro Martínez, José Lima, Bartolo Colón y Johnny Cueto.

De los siete, Marichal terminó la temporada con el mejor promedio, 25-8; Pedro Martínez con la mejor efectividad, 2.07; Ramón Martínez, el más joven, 22 años de edad y Lima atrajo la mayor concurrencia al estadio, 52,010 fanáticos.

Por otro lado, Ramón Martínez fue el único en tirar juego completo. Andújar, Ramón y Cueto, lo consiguieron en su último turno de la temporada, Bartolo Colón lo realizó en su novena temporada, Ramón en su tercera y Pedro en la octava. ( En la temporada del 2002, Colón compiló 10-4 con los Indios de Cleveland y 10-4 con los Expos de Montreal ).

Los Siete Magníficos

El tres de septiembre de 1963, Marichal, de los Gigantes de San Francisco, venció, 16-3, a los Cachorros de Chicago, para convertirse en el primer dominicano en Grandes Ligas en lograr 20 victorias en una temporada. Marichal debutó en el Big Show en 1960.

21 años después, el 28 de septiembre del 1984, Andújar, de los Cardenales de San Luis, se impuso, 4-1, a los Cachorros de Chicago, terminado con 20-14.

Ramón Martínez, de los Dodgers de Los Ángeles, puso su record en 20-6 el primero de octubre de 1990, cuando su equipo derrotó a los Padres de San Diego, 2-1.

En 1999, único año que dos dominicanos logran la codiciada marca, el cuatro de septiembre, Pedro Martínez, de los Medias Rojas de Boston, blanqueó a los Marineros de Seattle, 4-0, llevando su record a 20-4 y
Lima venció a los Cachorros de Chicago el 11 de septiembre de dicho año. Su record lo colocó en 20-7. 52,010 fanáticos asistieron a presenciar el encuentro.

Con los Angelinos de California, Colón, 21-7 por la temporada, logró la número 20, el 20 de septiembre del 2005 frente a los Rancheros de Texas. Cueto lo realizó el año pasado frente a los Piratas de Pittsburgh el 28 de septiembre.

El hecho de que 59 años y unos 300 lanzadores después, solo siete dominicanos han logrado la magia de 20 triunfos en una temporada en el Gran Circo, es una clara evidencia de lo difícil que es realizar la codiciada hazaña.

Los Siete Grandes
del Montículo

Nombre Record Fecha Vs Score Final ERA
Marichal 20-8 9/03/63 Cubs 16-3 25-8 2.41
Andújar 20-14 9/28/84 Cubs 4-1 20-14 3.34
R. Martínez 20-6 10/01/90 Padres 2-1 20-6 2.92
P. Martínez 20-4 9/04/99 Seattle 4-0 23-4 2.07
Lima 20-7 9/11/99 Cubs 5-3 21-10 3.58
Colón 20-7 9/20/05 Texas 2-1 21-8 3.48
Cueto 20-9 9/28/14 Piratas 4-1 20-9 2.25

Al Cierre

Baní provincia: En una tertulia que recientemente celebró la Asociación de Cronistas Deportivos de Santo Domingo, filial New York, en los Salones del Centro Cultural Deportivo Dominicano, un colega, cuyo nombre no voy a citar, decía que la provincia Baní ha producido excelentes jugadores en el béisbol de Grandes Ligas, tales como Mario Melvin Soto, Rafael Landestoy, Mario Guerrero, Miguel Tejada, Vladimir Guerrero y otros tantos más que alegó no recordar. Al terminar su interesante exposición, uno de los participantes le dijo: “ Amigo, todo lo que has dicho es cierto, excepto que Baní no es una provincia, sino, la capital de la provincia Peravia. Nada personal, pero como veterano periodista debieras saber un poco mejor la geografía nacional”. El colega no mostró arrogancia y dio las gracias por la aclaración…Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Conjuntos con 6-0 en Series del Caribe

“El que está arriba lo ven con egoísmo y envidia;
El que está abajo, con lástima y con pena”.

New York, New York, – En nueve de las 57 Series del Caribe, ocho equipos han terminado con marca de 6-0, incluyendo a los Tigres del Licey, único en lograrlo en dos ocasiones en las dos etapas de las series.

En 1971, en San Juan, Puerto Rico, Licey se convirtió en el primer conjunto en terminar 6-0. En 1977, en Caracas, Venezuela, los Tigres repitieron la difícil proeza.

Alacranes del Almendares y Elefantes del Cienfuegos, Cuba, 1949 y 1960; Cangrejeros del Santurce, 1953, Senadores del San Juan, Puerto Rico, 1995; Águilas Cibaeñas, República Dominicana, 1998; Cangrejeros del Santurce, Puerto Rico, 2000; y Leones del Caracas, de Venezuela, 2006, son las otras novenas que hasta la fecha, han terminado la serie sin una mancha en seis encuentros.

En la primera Serie del Caribe, Almendares derrotó con suma facilidad a los Indios de Mayagüez, Cervecería Caracas y a los Yankees de Carta Vieja. En 1953, Santurce venció fácilmente, y en 1960, última participación de Cuba, Cienfuegos se fue intacto frente a los Criollos de Caguas, Puerto Rico, Rapiños de Occidente, Venezuela y Marlboro, de Panamá.

Licey se impuso en 1971 ayudado por la gran labor del relevista derecho Federico ( Chichí ) Olivo y la extraordinaria ofensiva del dirigente y jardinero central Manny Mota, quien se llevó el título de bateo con un astronómico .579, uno de los mejores de estas contiendas. Naranjeros de Hermosillo, Cangrejeros de Santurce y Tiburones de la Guaira fueron sus rivales.

Un tórrido bateo del “Jugador Más Valioso” del torneo, Ricardo Carty, quien impuso un record todavía vigente de cinco cuadrangulares en una serie, dieron a los felinos dominicanos su segunda corona 6-0, en Caracas, Venezuela en 1977. Licey derrotó fácilmente al Caguas, Mazatlán y Magallanes.

Tardaron 18 años para que otro club terminara con record de 6-0. En San Juan, Puerto Rico, los Senadores de San Juan derrotaron a todos sus contrincantes en seis juegos.

En 1998, El escenario fue Puerto la Cruz, Venezuela, cuando el dirigente Tony Peña llevó a las Águilas Cibaeñas a la segunda, de cinco coronas caribeñas.

El dominio de los aguiluchos fue tan evidente, que colocaron a Guillermo García, receptor, Alex Arias, Neifi Pérez, y Miguel Tejada , jugadores del cuadro, al jardinero Luis Polonia, a los lanzadores Julián Tavárez y José Cabrera y a Peña, en el “ Mejor Equipo de la Serie”. Pérez, quien promedió .444, fue seleccionado el “Más Valioso” de la justa.

Los Cangrejeros del Santurce, último representante boricua en conquistar una corona caribeña en los últimos 20 años, se coronó invicto en el Estadio Quisqueya en febrero del 2000.

El último de los clubes élites, los Leones de Caracas, lo realizó en su propia casa , en Maracay y en Valencia en el clásico del 2006.

Licey en 1971
Febrero 6
Licey 5 12 0
La Guaira 4 8 1
Ganó: Pedro Borbón; Perdió Steve Barber
Hrs. Rafael Robles, Federico Velázquez; Pat Kelly y Ed Spiezio

Febrero 7
Méjico 0 5 2
Licey 5 10 0
Ganó Chris Zachary; Perdió: Max León

Febrero 8
Santurce 4 9 1
Licey 5 9 4
Ganó Harry Parker; Perdió Joe Decker
Salvado: Chichí Olivo

Febrero 9
La Guaira 2 9 2
Licey 4 7 2
Ganó : M. Olivo; Perdió Larry Gura
Salvado: Chichí Olivo

Febrero 10
Licey 8 10 1
Méjico 6 11 2
Ganó: Reggie Cleveland; Perdió: A. Ortiz
Hr. Celerino Sánchez, ( M)

Febrero 11
Licey 6 15 2
Santurce 4 4 0
Ganó: Zachary; Perdió: Dave Leonard
Salvado: Chichí Olivo.

Debutantes Dominicanos
en Series del Caribe
1970, Licey, 1-7; 1972, Águilas Cibaeñas, 3-3; 1982, Escogido, 2-4;
1995, Azucareros, 4-2, 2015, Gigantes, 2-3.

Al Cierre
Con el nuevo formato de la Serie del Caribe, que muchos lo clasifican como un “disparate”, un equipo que termina la primera ronda con 1-3, se lleva la serie contra uno que termina 4-0. De todos modos, Cuba se corona campeón por primera vez desde 1960 y es el segundo conjunto en una Serie del Caribe, militado por nativos solamente. Cervecería Caracas, de Venezuela, fue el primero en 1949… Ben Gil, dirigente de Méjico, quien en ocho años como paracorto en las mayores bateó un anémico .237, no aprendió la lección de deportividad ( Sportmanship ) prevalente en el Big Show, donde nunca se escucha a un dirigente alabándose de ser “mejor” que otro equipo. En un torneo no basta ser mejor que uno, hay que ser mejor que todos, y ese señor no lo fue. Tal vez, aún perdiendo el juego más importante de la serie, se sienta feliz, por ser “mejor” que los dominicanos. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Chichí Olivo: Serie del Caribe 1971

“ Desde su llegada a Puerto Rico el Licey, campeón de su país, ha demostrado una agresividad extraordinaria, un mejor corrido de bases y un buen bateo encabezado por su dirigente, Manuel ( Manny ) Mota, quien está seguro de llevarse los honores del mejor jugador de la serie”,
El Caribe, República Dominicana, febrero 11, 1971.

New York, New York,– En una carrera beisbolera de 18 años, Federico Olivo dejó huellas imborrables en la pelota dominicana, especialmente con los Tigres del Licey, equipo con el que debutó en 1951.

Fuera del país, entre sus grandes hazañas se encuentra la del domingo 26 de julio de 1964, cuando ganó dos juegos en un día en el Shea Stadium, relevando para los Bravos del Milwaukee, conjunto con el que se inició en las Grandes Ligas, a la edad de 33 años.

Empero, el “hermano de Guayubín” como era conocido al principio de su ilustre carrera, es mejor recordado por la extraordinaria labor de relevo que realizó en tres partidos, a la edad de 43 años, militando con un Licey que ganó invicto la Serie del Caribe celebrada en San Juan, Puerto Rico en 1971.

Aunque totalmente discriminado, muchas veces por los mismos que lo rodean, los Tigres del Licey representaron en el Clásico de Febrero del 1971, una de las novenas más potentes que jamás se haya presentado en estos eventos, en cualquiera de las dos etapas.

Cinco de sus integrantes terminaron la temporada regular bateando por encima de los .300 puntos, incluyendo al inicialista Jim Beauchamp, .387, líder en empujadas, 51, y segundo en cuadrangulares, con siete.

La máquina ofensiva era tal, que no solo derrotaron, 17-2, a los Leones del Escogido en el último día de la campaña, sino que en la Serie Final, vencieron a sus eternos rivales en siete partidos de una estúpida Serie
Final pactada a once encuentros.

Excepto el hábil recibidor, Federico Velázquez, todos sus jugadores regulares pertenecían a clubes de Grandes Ligas.
El elenco de lanzadores incluía a Pedro Borbón, Rojos de Cincinnati, y Reggie Cleveland, Don Shaw, Harry Parker, y Chris Zachary, de la organización de los Cardenales del San Luis.

Además de Beauchamp, el cuadro lo componían Teodoro ( Ted ) Martínez, Mets de New York, Carmen Fanzone, Medias Rojas de Boston, y Rafael Robles, Padres de San Diego.
Los jardines estaban bien protegidos por César Gerónimo, Manny Mota y Leron Lee, los tres, pertenecientes al Big Show.
La serie comenzó el seis de febrero, con Licey ganando, 5-4, por cuadrangular con uno en base de Velázquez, contra el derecho Steve Barber, de los Tiburones de La Guaira, de Venezuela.

El derecho Zachary dejó en cinco hits a los Naranjeros de Hermosillo, a quienes blanqueó 5-0, el siete de febrero. Méjico debutaba en estas competencias. Para los dominicanos fue su segunda victoria de la serie. Pero lo mejor estaba por venir.

Primer relevo de Chichí
El lunes ocho de febrero, en un Hiram Bithorn abarrotado de fanáticos presenciando los nuevos rivales de la pelota caribeña, los derechos Joe Decker y Parker, se enfrascaron en un duelo de pitcheo durante las primeras seis entradas, pero con el Licey al frente, 5-2, Santurce anotó dos veces en la séptima.
En el octavo episodio, con la carrera de la ventaja en primera y dos outs, el dirigente Manuel Mota envió al montículo a Olivo, quien retiró al peligroso Don Baylor con elevado al jardín derecho. En la novena, Olivo abanicó a los tres hombres que enfrentó, incluyendo a Reggie Jackson y a Tony Pérez.

En 1969, Jackson disparó 47 jonrones con los Atléticos de Oakland, mientras que el cubano Pérez, en 1970, conectó 40 y empujó 129 carreras con los Rojos de Cincinnati, ( la Gran Maquinaria Roja ). Miembros del Salón de la Fama de Cooperstown, entre ambos lograron 942 jonrones y empujaron 3,354 carreras.

Segundo relevo de Chichí
Licey aseguró por lo menos un empate en la serie el 9 de febrero, al vencer a La Guaira, 4-2, anotando tres veces en la octava. Venezuela llenó las bases en la novena. El abridor y ganador, Milcíades Olivo, fue relevado por Borbón en el último episodio. Pero con los sacos llenos, Olivo relevó nuevamente, obligando esta vez a Leo Cárdenas a elevarse a uno de los jardines.

El diez de febrero, el poderoso equipo Licey logró su quinta victoria al vencer nuevamente al Hermosilo, esta vez con anotación de 8-6. Fue el quinto triunfo dominicano y con ello se coronaron campeones de la segunda Serie del Caribe, en su segunda etapa.

Otra vez Chichí
En su último enfrentamiento frente a Puerto Rico, los nuevos monarcas caribeños iban ganando 6-2, pero en la novena, Santurce anotó dos veces contra el novato Virgilio Barrientos. El invicto del Licey corría peligro, pero otra vez, Mota, líder de bateo de la serie con .579 y mejor dirigente de la misma, envió a Olivo a la loma. Todo lo que hizo Chichí fue ponchar nuevamente a Jackson , a Elrod Hendrick, y obligar al próximo bateador a elevarse al central para terminar el encuentro.

En el All Star, Licey colocó a Beauchamp, a Martínez y a Mota como los mejores. Mota fue líder de bateo con un astronómico .579, Jugador Más Valioso, y mejor dirigente. ¡ Eso, lo dice todo ¡

Al Cierre
Con otra versión de la Serie del Caribe, se inicia esta noche en el Estadio Hiram Bithorn, de San Juan, Puerto Rico, la culminación del béisbol otoño-invernal, de Méjico y los pueblos caribeños. Considerado en una ocasión la “cenicienta “ del evento, Méjico se ha alzado con las últimas dos coronas. República Dominicana, líder en diademas logradas en este magno acontecimiento, está dignamente representada por los campeones nacionales, Gigantes del Cibao y su gran dirigente, Audo Vicente, un equipo capaz de competir con cualquier opositor, no importa su historial. Todo lo que tienen que hacer los Gigantes es concentrarse en su propio juego, pues el destino ajeno, nadie lo puede controlar. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.