Día de las Madres

“Venid los moradores del campo y la ciudad

New York, New York, mayo 31, 2020 – María de los Ángeles Trinidad de Moya de Vásquez nació en la culta y olímpica provincia de La Vega; No solo fue Primera Dama de la República en tres ocasiones, sino una prolífica compositora.

 Una de sus grandes composiciones fue sin lugar a dudas, el Himno a las Madres, la cual dedicó a todas las madres del mundo.

Doña Trina, como cariñosamente era conocida, 1863 – 1941, murió en Puerto Rico, donde también falleció su esposo, don Horacio Vásquez, en 1936, quien en tres ocasiones ocupó el solio presidencial dominicano.

Archivo Deportivo dedica su columna de hoy a todas las madres del mundo, especialmente a las madres dominicanas, por su gran abnegación sin par.

El Himno

¡Venid los moradores del campo y la ciudad,

y entonemos un himno de intenso amor filial.

Cantemos a las madres la ternura y su afán,

y su noble atributo de abnegación sin par.

Celebremos todos la fiesta más bella,

la que más conmueve nuestro corazón.

Fiesta meritoria que honramos con ella,

a todas las madres de la creación.

Quien como una madre, con su dulce canto,

Nos disipa el llanto, nos calma el dolor,

Solo con brindarnos su regazo santo,

Con solo cantarnos, baladas de amor.

De ella aprende el niño la sonrisa tierna,

el joven la noble benéfica acción.

Recuerda el anciano la sonrisa tierna,

y en su alma florece la resignación.

Paradójicamente, se dice que esta canción fue interpretada por primera vez, un 30 de mayo.

Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Guayubín NoNo: Juego del Recuerdo

“Olivo tiró con toda su alma y cuando Talúa Dandridge dio rolata candente al intermedista Olmedo Suárez, para el último out del partido, los fanáticos azules se lanzaron al terreno de juego para felicitarlo”, El Caribe, mayo 30, 1954.

New York, New York, mayo 29, 2020 – La temporada de beisbol de verano del 1954, perteneció, sin lugar a dudas, a las Estrellas Orientales. Fue el año,  cuando los Orientales lograron su primera corona final.

!O la segunda!, dependiendo de quien lo diga, o de quien lo escuche.

Dicha temporada también tuvo algo de Guayubín Olivo. Olivo no solo rompió un No-No, sino que lanzó el suyo.

Un día como hoy, en 1954, los Leones del Escogido y los Tigres del Licey, se enfrentaron en el primero, de una serie de tres juegos, en el estadio de la escuela normal Presidente Trujillo, de la capital dominicana.

En la tercera semana del torneo, Licey, campeones del año anterior, exhibía record de 5-1; Escogido tenía 4-2.

El derecho cubano Ángel Antúñez, 2-0, por los Leones y Olivo, 1-0, fueron los lanzadores abridores de la tarde sabatina.

Licey no se hizo esperar, anotando tres veces en la segunda entrada, mediante sencillo del receptor Valmy Thomas, pase gratis a Alonzo Perry y dobles del paracorto Tommy Butts y Olivo, contra Antúñez, quien fue relevado por el derecho Enrique Reinoso.

En varias ocasiones, el zurdo felino se vio en apuros, pero siempre  salió airoso.

En la sexta, por ejemplo, después de una transferencia y error del inicialista Perry, sin out, obligó al  romanense Macuquín Félix a elevarse al prado derecho, defendido por  Alcibíades Colón. Reinoso, quien estaba en la intermedia, llegó a tercera en pisa y corre. En esa situación, el antesalista norteamericano Joe Tuminelli, nuevamente se elevó a Colón. Reinoso trató de anotar desde la tercera, pero fue out fácil por tiro certero del “Arrocero de Mao”, quien poseía uno de los brazos más poderosos de los jardineros de la época.

El sábado 22 de mayo, en el mismo parque capitaleño, un sencillo con dos outs, de Olivo, como emergente, no solo le dio victoria a su equipo, sino que rompió un juego sin hits y sin carreras, que tejía el derecho sepia Johnny Wright, de las Águilas Cibaeñas.

Las Estrellas Orientales se coronaron en 1936, pero nadie quiere darle crédito a esa hazaña.

Paradójicamente, en 1947, Olivo dejó sin hits al Licey, tirando por el Escogido.

Anotación, mayo 29, 1954.

Escogido    000   000   000      0   0   1
Licey           030   000   000      3   8   2

Al cierre

El ojo del ciclón, es un período de calma en el cual se cree que todo ha pasado. Pero cuando el fenómeno de la naturaleza regresa, es muchas veces devastador con los incautos.  Eso podría suceder con la pandemia que nos tiene “asilados”. Esto no ha terminado. La segunda parte podría ser peor.
Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Juan Esteban Vargas Nació en Azua

“El Licey venció fácilmente a los Escojidos, y no podía ser de otra manera. Caratini, que a mi juicio compone dos terceras partes del team, siempre está como una ardilla en todas partes del terreno haciendo solo lo que Enrique, Mejía, Pou, Memphis y Pindú, no pueden hacer, o mejor dicho, como bien ha declarado un expresidente de la novena amarilla, lo que no se atreve la estrella de Puerto Rico a confiarles”, Listín Diario, febrero 21, 1921.

New York, New York, mayo 24, 2020 – A muchos años de su sentido fallecimiento, Juan Esteban Vargas Marcano, continúa siendo indiscutiblemente, el mejor jugador dominicano de beisbol de todos los tiempos, que nunca llegó a las Grandes Ligas.

Mejor conocido como “Tetelo”, Vargas debutó en el beisbol profesional dominicano, en el Campeonato Local entre  Amarillos del Licey y Leones del Escogido, en 1922. En la época, Licey vestía  uniforme amarillo.

La prensa de entonces le llamaba el “hijo menor de Isaías”, por el hecho de que el azuano Isaías Vargas era el padre del receptor Rafael E. “Guaguá” Vargas y del jardinero Juan Vargas, ambos mayores que Tetelo.

En el Campeonato Nacional del 1923, entre Tigres del Licey, Leones del Escogido, Toros de Santiago y Panteras de Macorís, defendiendo los colores del Escogido, los Vargas se convirtieron en el primer trío de hermanos en participar juntos  en un partido, celebrado el domingo seis de mayo de dicho año.

Miembro del Pabellón de la Fama del Deporte Dominicano, Vargas, quien murió en 1971, en Guayama, Puerto Rico, brilló en los principales diamantes beisboleros  del área, trillando así, el camino a cientos de jugadores dominicanos, muchos de ellos,  en las mayores.

“Nació en Santo Domingo el 12 de abril del 1906”, de acuerdo al pabellón.

Pero nació el “menor de Isaías” en el sector Ciudad Nueva, de la capital, como siempre se ha señalado?

Eduardo Comarazamy, dice lo contrario.

En su columna “Serrín y Celuloides”, publicada en el Listín Diario, el altamente respetable periodista petromacorisano, informa:

“Serrín y Celuloides”
Por Eduardo Comarazamy.
Historia corta del diamante, para Horacio Urraca

“Y así mismo vemos que en cada pueblo, en cada ciudad, florece el jardín de los deportes, Monte Cristy, por ejemplo, produjo a San; La Vega a Céspedes; Baní que no produjo solamente cumbres libertarias, es según la crítica la tierra del gran Rosell; Santo Domingo dio a Pindú, quien fue la gloria máxima en la gimnasia dominicana; Azua a Tetelo; Santiago a Durán y Macorís en su renacimiento deportivo tiene la mirada altiva en Horacio Urraca, y él es un verdadero ritmo de esperanza en nuestro diamante”, Listín Diario, noviembre 6, 1930, página 6.

En otro orden, en entrevista concedida al redactor deportivo Arturo Industrioso,  aparecida en el matutino capitaleño El Caribe, de agosto 31, 1952, el gran Tetelo, quien entre sus grandes hazañas figura la de disparar siete cuadrangulares en forma consecutiva, ( Listín Diario, agosto 7, 1931, página 3, y Pittsburgh Courrier, agosto 1, 1931), declaró:

“Crecí en Ciudad Nueva y empecé  a jugar pelota en el Gimnasio Escolar” una indicación de que el gran “Gamo Dominicano” no nació en la capital dominicana, como siempre se ha indicado.

De modo que a los muchos jugadores de beisbol nativos de Azua, comenzando con Vitico el “Alambrito azuano” Ruiz, habrá que agregar el de Juan Esteban Vargas Marcano, el gran “Gamo Dominicano”.

Pero sin importar la ciudad donde vino al mundo, Tetelo disfrutó una extraordinaria carrera de más de 40 años, poniendo siempre en alto, el buen nombre de la República Dominicana.

Al Cierre

Día como hoy: En la capital dominicana, en 1953, los Tigres del Licey anotaron ocho veces en la segunda entrada del partido matutino, ganando 13-8, a las Estrellas Orientales. Licey ganó el vespertino, 3-2. Los derechos Miguel Ángel Vargas y el cubano Gaspar “Chulungo” del Monte, fueron los lanzadores ganadores… En Santiago, el derecho Johnny Wright, de los Leones del Escogido, tiró blanqueada de cinco hits, en la victoria de su equipo, 5-0…El también derecho Terries McDuffie, de la Águilas Cibaeñas, cubrió la ruta de once episodios, para darle triunfo a las Águilas, con anotación de 2-1, en el vespertino. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Beisbol Dominicano 1953

Día como hoy, mayo 17, 1953

New York, New York, mayo 17, 2020 – En la capital dominicana, Águilas Cibaeñas y Tigres del Licey dividieron una doble cartelera, con las Águilas ganando el matutino, 10-4, y los Tigres el vespertino, 3-2. Para su victoria, los norteños contaron con los servicios del zurdo cubano Agapito Mayor, con el venezolano Guillermo Vento en la receptoría. Chichí Olivo fue el pitcher perdedor.  Cuadrangular de Alonzo Perry con Alcibíades Colón en la inicial, dio la victroia al Licey, en el juego vespertino.

En San Pedro de Macorís, la Sultana del Este, Leones del Escogido y Estrellas Orientales, también dividieron un doble juego, con las Estrellas triunfando, 2-1, por la mañana y los Leones por la tarde, con anotación de 12-5. El derecho sepia Wilmer Fields tiró juego completo por los Orientales. En la tarde, el boricua Roberto Vargas, en relevo de su compatriota Tite Arroyo, se anotó su segundo triunfo de fin de semana y quinto de la temporada.

Las Grandes Ligas
 y La Pandemia 1918

Día como hoy, mayo 17, 1918.

New York, New York, mayo 17, 2020 – En Washington, sencillo de Joe Judge en la novena entrada dio victoria, 1-0, a los Senadores de Washington frente a los Medias Blancas de Chicago. El derecho Jim Shaw fue el pitcher ganador y Eddie Cicotte, el perdedor. Ambos cubrieron a ruta.

Otros resultados,

Liga Americana: New York 4, San Luis 2; Boston 11, Detroit 2.

Liga Nacional: Cincinnati 5, New York 1; Brooklyn 7, Pittsburgh 4; Chicago 2, Filadeldia 0, y Boston 8, San Luis 1.

Chimbo Cañón

“Ramón Burgos, el joven serpentinero santiagués, realizó una
excelente labor monticular”, La Nación, diciembre 13, 1943.

New York, New York, mayo 14, 2020 – Indagar la carrera de un grupo de jugadores del beisbol dominicano de un pasado un poco lejano, es una tarea bastante cuesta arriba, máxime, con la apatía del ser humano. Hay que visitar las bibliotecas, de lo contrario, poco se sabrá de ellos.

Ramón “Chimbo” Cañón” Burgos, pertenece a ese grupo.

Nativo del popular sector Los Pepines, de Santiago de los Caballeros, Burgos, se dice, nació en 1919.

Desde temprana edad, se entregó a la práctica del beisbol, asistiendo a la VI Serie Mundial de Beisbol Amateur, celebrada en La Habana, Cuba en 1943, formando con Ventura “Loro” Escalante, Andrés Julio “Grillo B” Báez, Luis “Niño el Zurdo” Castro, José Dolores “Loló” Pérez, Juan Ramón  “Bombo” Ramos y Juan Bautista “Pajarito” Perdomo, la fuerte rotación de lanzadores de la Selección Nacional.

En las justas de principios de la década del 1940, que se efectuaban en la capital , entre los conjuntos Cerveza Presidente, Seguros San Rafael y Licoreros del Nika, siempre actuó con estos últimos.

Como lanzador abridor, indudablemente,  su mejor actuación se produjo el domingo 12 de diciembre del 1943, cuando en el estadio Molinuevo Park, de Villa Duarte, tiró juego completo contra el San Rafael, ganando con anotación de 12 – 5.

San Rafael    000   200   120      5      6   5
Ron Nika      400   020   34x      13    11   4

Cabe señalar, que en la entrada inicial de este encuentro, con Ramón Eligio “Tetelito” Vargas y los hermanos Enrique y José Veloz esperando remolque, el receptor Luis “Güigüí Lucas” St Claire, disparó cuadrangular con los sacos llenos.

En 1944, integró la Selección Nacional, que con  motivo del Centenario de la República, conquistó la Serie Interantillana frente a Cuba, serie que se llevó a efecto en los terrenos del hipódromo Perla Antillana, de la capital.

Por su destreza en el montículo, era siempre requerido para participar en la mayoría de los torneos de aficionados de la época, en ausencia de la pelota por paga en el país.

Participó en el gran Campeonato Nacional de Beisbol Amateur, 1947 – 1948 junto a otros lanzadores como Sijo del Monte y Consuegra, Miguel Payano y Tomás Gómez Checo, con los Militares del Guerra y Marina, que dirigidos por Luis Ernesto “Burrulote” Rodríguez, consiguieron el segundo puesto de la justa.

Con el Cerveza Dominicana

Antes de iniciarse la pelota profesional en 1951, la Federación Naional de Peloteros Profesionales organizaba cortos torneos de beisbol.

Uno de esos torneos se efectuó a finales de enero del 1951, entre Azules del Ron Diplomático y Rojos del Cerveza Dominicana.

Actuando con el Dominicana compiló record de 2-0.

Pero tal vez, su mejor día en el profesionalismo ocurrió el sábado 27 de enero del 1951, cuando bateando de emergente, decidió la victoria de su equipo.

Perdiendo por una carrera, Dominicana abrió la novena con el receptor Tío Disla recibiendo transferencia y el jardinero Yulimín Lara disparando su tercer incogible de la tarde. Rafael “Birrito” Delgado se sacrificó. Burgos, bateando por Rafael “Aladino” Páez, empujó con sencillo, a Enrique Veloz, corriendo por Disla, y a Lara, con las vueltas ganadoras.

Con los Tigres del Licey
Firmó con el Licey en 1951, pero su actuación con los Tigres se limitó a un partido en que lanzó dos entradas y pico, de relevo.

Luego de ser dejado libre por el Licey, excepto por un saludo ocasional en una calle capitaleña, poco se sabe de la carrera beisbolera del pepinero,

“Chimbo Cañón”.

Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Torneo Dominicano de Beisbol: Verano del 1953

New York, New York, mayo 10, 2020 – El domingo 10 de mayo, Tigres del Licey y Leones del Escogido dividieron una doble cartelera, con Licey ganando, 3-2, el matutino y Escogido, 7-2, el segundo, celebrada en el estadio de la escuela normal Presidente Trujillo, de la capital dominicana.

En Santiago, las Águilas Cibaeñas vencieron dos veces en el fin de semana a las Estrellas Orientales, en el estadio Trujillo, de la Ciudad Corazón.

Licey, que había triunfado el día anterior, 4-0, con Guayubín Olivo, tirando  blanqueada, se impuso por la mañana anotando dos veces en la octava por transferencia, error del antesalista Rafael Valdez, en batazo de Olmedo Suárez, e incogibles de Valmy Thomas y Bert Haas.

El derecho Miguel Ángel Vargas, en sustitución del cubano Santiago Ulrich, fue el lanzador ganador. El zurdo boricua Luis “Tite” Arroyo, el perdedor.

Domingo mayo 10, 1953 (mañana)

Licey               001   000   020      3   6   1
Escogido        000   000   200      2   7   6

Ulrich, Vargas (3), G. Olivo (8) con Thomas, por el Licey;
Arroyo con Miguel Rueda, por el Escogido.

Otro zurdo boricua, Roberto Vargas, cubrió la ruta por el Escogido, ganando el vespertino, 7-2. Ulrich, quien tiró tres entradas en el choque matutino, fue el pitcher perdedor, al permitir cuatro vueltas en cinco entradas.

El Escogido anotó dos en la segunda, por doble del novato Arnulfo “Miñín” Soto y sencillos de Ray Gavilán y Pepe Lucas.

Hits de los jardineros cubanos Rafael Villacabrera y Claro Duany dieron al Escogido la vuelta que virtualmente le dio la victoria, en la tercera.

Licey anotó por primera vez en la sexta por hits de Thomas, Haas y wild pitch de Vargas.

Con triple de Haas y sencillo de Luis Rodríguez Olmo, Licey consiguió su segunda carrera en la octava.

Domingo mayo 10, 1953 ( tarde)

Licey             000   001   010        2   8   5
Escogido      021   013   00x        7   13  1

Ulrich, Newberry (5), Ch. Olivo (6), con Marte, Thomas (5), por Licey;
Vargas con Rueda, por el Escogido.

Después de los partidos, Licey puso su record en 6-3, conservando el primer lugar, en ruta hacia la conquista de la corona final, con la gran actuación de los temibles “Tanques”.

En Santiago

“Las Águilas Cibaeñas se anotaron su segunda victoria consecutiva frente a las Estrellas Orientales al derrotarlas hoy en la mañana (ayer) con anotación de 3 carreras por 1”, informa Domingo Saint-Hillaire, corresponsal del matutino capitaleño, El Caribe, mayo 11, 1953.

Con Emilio Cueche cubriendo la distancia, los cibaeños ganaron 2-0, el sábado.

El vespertino fue suspendido por lluvia. Para el conjunto norteño, fue la quinta victoria del año, poniendo su record en 5-3.

Sábado mayo 9, 1953

E Orientales     000   000   000      0   7   1
A. Cibaeñas      100   100   00x      2   9   1

Wilmer Fields con Fermín Guerra por las E. O.,
Cueche con Vicente Scarpatte, por las A. C.

Domingo mayo 10 (mañana)

E. Orientales   000   000   010      1   8   1
A. Cibaeñas    000   000   03x       3   6   1

Frank Barnes, Gil Torres, con Guerra, por E. O.,
Agapito Mayor con Scarpatte, por A. C.

Al Cierre

Fundador del Nuevo Club: Herófilo Maggiolo, no solo fue un bateador de poder del beisbol dominicano de  principios del Siglo XX, sino que fue uno de los fundadores y  presidentes del formidable conjunto Nuevo Club, que desde su llegada en 1911, se convirtió en el equipo número uno del beisbol criollo. “Hoy tiene dos años de haberse fundado el prestigioso team Nuevo Club, la novena que es el orgullo de la Ciudad Primada. Desde su fundación han ocupado la presidencia los señores Herófilo Maggiolo, Gilberto Pellerano, Lulú Pérez y Eduardo Pou”, informa el matutino Listín Diario, en la página cuatro del 30 de mayo del 1913. Maggiolo además fue integrante de los Amarillos del Licey, el Columbia, y otros equipos de la época. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Tres Matrimonios y un Divorcio

“Diómedes Olivo tuvo problemas con los agentes de aduana para entrar al Canada, el domingo por la noche. 24 horas después, lanzó un partido fuera de este mundo”,
The Atlanta Constitution, julio 23, 1963.

New York, New York, mayo 7, 2020 – En su larga y exitosa carrera dentro y fuera del país, Diómedes Antonio Olivo Maldonado, mejor conocido como “Guayubín” Olivo, se casó, como se dice, tres veces con la gloria.

En una, lo divorciaron.

Nativo de Guayubín, de la provincia de Montecristi, Olivo se distinguió en los torneos norteños  en La Vega y San Francisco de Macorís, a mediados de la década del 1940.

En 1944, integró la Selección Nacional que asistió a la Serie Mundial de Beisbol Amateur celebrada en Caracas, Venezuela, y en 1946, representó al país en los V Juegos Centroamericanos y del Caribe, en Barranquilla, Colombia.

Primer No-No

En 1947, los Tigres del Licey y los Leones del Escogido, los eternos rivales del beisbol dominicano de entonces, celebraron una serie entre sí, por primera vez en cerca de una década.

En la misma, en el hipódromo Perla Antillana, de la capital, Olivo, miembro del Escogido, dejó sin hits y sin carreras al Licey, el domingo 28 de septiembre de dicho año.

En el plano internacional

Se convirtió en profesional cuando firmó con los Tiburones de Aguadilla, de Puerto Rico, 1947 – 1948. En el beisbol boricua también participó con los Senadores del San Juan y los Indios de Mayagüez.

En Colombia reforzó por dos años a los Tejedores del Fillta y en Venezuela, participó con los Gavilanes, de la Liga del Estado del Zulia, en 1950. También lanzó con los Habana Sugar Kings, de la Liga Internacional triple A, sucursal de los Rojos de Cincinnati.

Segundo No -No

Lanzando para los Tigres del Licey, el 29 de mayo del 1954, Olivo dejó sin hits y sin carreras a los Leones del Escogido, en el estadio de la escuela normal Presidente Trujillo, de la capital.

En las Grandes Ligas

La “Montaña noroestana”, como también era conocido, llegó a las Grandes Ligas en septiembre del 1960, con los Piratas de Pittsburgh. Los Piratas fueron a la Serie Mundial ese año y aunque Olivo no participó, estuvo todo el tiempo en el banco de los Piratas, que se llevaron el clásico ese año.

En 1962, fue enviado, junto a Dick Groat, a los Cardenas de San Luis, a cambio del jugador del cuadro, el boricua Julio Gotay, terminando la temporada con marca de 5 – 1.

Tenía record de 0 – 5, en 1963, cuando fue enviado en junio, al Atlanta Crackers, (Galleteros) sucursal triple A, de los Cardenales.

Tercer No – No

El lunes 21 de julio, en el primero de una doble cartelera, Olivo tiró el tercer juego sin hits de su carrera, concediendo apenas una transferencia  luego de dos outs en la séptima y  última entrada, ganando no solo el partido, sino, anotando la única vuelta, luego de ser transferido en la tercera.

En Colombia, tiró un partido permitiendo un sencillo con dos outs en la novena.

No al No-No

En una ocasion, hubo decenas de encuentros considerados sin hits y sin carreras, pero que no llegaron al noveno inning.

En septiembre del 1991, Grandes Ligas decidió que para ser reconocido como tal, un juego sin hits y sin carreras, tiene que llegar a la novena entrada.

 Por lo tanto, todos esos partidos, el de Guayubín incluido, fueron anulados.

De este modo, Olivo, quien se casó tres veces con la gloria, fue divorciado de la tercera.

Día como hoy.

La pandemia del 1918, no fue óbice para  cancelar los juegos de Grandes Ligas. En efecto, el siete de mayo, 15,000 fanáticos presenciaron a los Cardenales de San Luis derrotar, 5-3, a los Rojos de Cincinnati, en San Luis. En otros resultados del día, en la Liga Nacional: Pittsburgh 2, Chicago 1; New York 7, Filadelfia 3; Boston 16, Brooklyn 0. En la Liga Americana: San Luis 5, Detroit 3; Cleveland 7, Chicago1; Washington 7, Boston 2 y New York 9, Filadelfia 1. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Venezolanos en el Beisol Dominicano

“Luis Aparicio, el magnífico denfesor del jardín corto que nos visitara en otras ocasiones con el poderoso team venezolano Concordia, hizo su debut en las filas liceístas, bateando dos hits”, Listín Diario, mayo 4, 1936.

New York, New York, mayo 3, 2020 – La contratación de Luis Sojo como dirigente del Licey, no es nada nuevo con la presencia venezolana en el beisbol dominicano, desde que Luis Aparicio se convirtiera en el primero, en 1936.

Sojo fue nombrado recientemente como manager de los felinos para la temporada del 2020 – 2021.

 Aparicio tenía 22 años de edad, cuando visitó al país dominicano, como integrante de las Águilas del Concordia, para muchos, el mejor equipo venezolano de beisbol de todos los tiempos, en 1934.

Campeonato profesional del 1936.

Con la participación de las Águilas de Santiago, Tigres del Licey, Leones del Escogido y Estrellas de Oriente, se celebró en 1936, el primer torneo de beisbol profesional en el país en siete años.

El domingo tres de mayo, disparando dos incogibles, Aparicio debutó defendiendo la posición número seis, en la victoria del Licey, 11-2, frente a los Leones del Escogido.

Aunque hubo otro torneo profesional en 1937, no fue sino hasta el 1951, cuando en forma definitiva, regresó el beisbol comercial al país, y con ello, decenas de jugadores nativos de la Patria del Libertador.

Refuerzos venezolanos.

1951: Jesús Manuel “Chucho” Ramos; Ramón “Dumbo” Fernández y Vidal López, Licey; Héctor Benítez Redondo, Escogido y el lanzador derecho Julián Ladera, con las Águilas Cibaeñas.

La participación del inicialista Ramos fue algo especial.

Al iniciarse el torneo en mayo, Licey abrió con el boricua Carlos Lanauze como primera base. Una semana después, Lanauze fue llamado por el Ejército de su país. Como sustituto, se contrató los servicios de Ramos, segundo pelotero venezolano, en llegar a las Grandes Ligas.

Ramos debutó el 24 de mayo, disparando hit contra el cubano René el “Látigo” Gutiérrez, en la derrota de su equipo frente a las Águilas Cibaeñas.

Para julio, Ramos bateaba un anémico .232 en 56 turnos al bate. El dirigente del Licey, Fellé Delgado, fue enviado a los Estados Unidos, donde contrató a Alonzo Perry como inicialista, de donde se infiere, que si Ramos hubiera dado la talla, Licey nunca hubiera contratado a Perry.

Al final del día, Ramos se fue, Perry se quedó, y el resto es historia.

Fernández y López no terminaron la temporada con los azules.

Benítez Redondo, un elegante fildeador, abrió la temporada como el jardinero central regular de los Leones, pero al igual que Ramos, corrió la misma suerte, con la entrada de Willard Brown, al Escogido, mientras que Ladera terminó 3 – 3 – 1.86 con los cibaeños.

Emilio el “Indio” Cueche y Guillermo Vento.

En 1952, la gran actuación del receptor Guillermo Vento, .329 – 34 – 4, y de Emilio Cueche, 9 – 9 – 2.80, fue preponderante para que las Águilas se coronaran campeones nacionales por primera vez. Cueche, quien además bateó para .271 con doce empujadas, obtuvo dos victorias en la serie final.

Cueche y Vento otra vez.

En 1953, las Águilas perdieron la serie final frente al Licey, pero fue un año singular para el “Indio” venezolano. Cueche no solo terminó con record de 13 – 9 – 3.41 con 13 juegos completos, sino que el 11 de julio, en el estadio Ramfis, de San Pedro de Macorís, bateó dos cuadrangulares, un triple y un sencillo empujando cinco vueltas, consiguiendo victoria, 6-5, y tirando juego completo.

Una semana después, el domingo 19, en el estadio Trujillo, de Santiago, venció, 3-2, al Licey, cubriendo la ruta de 17 entradas, único lanzador en realizar tal proeza en el beisbol rentado quisqueyano.

Vento no tuvo la misma suerte y fue dado de baja, bateando .186.

José “Carrao” Bracho y Valentín Arévalo con los Orientales.

Las Estrellas Orientales se coronaron campeones en 1954, con la excelente  cooperación de José “Carrao” Bracho, 8 – 1 – 2.47,  y Valentín Arévalo, 6 – 5 – 2.95, en la temporada regular y Bracho 2 – 0  en la final.

El jardinero Dalmiro el “Ovejo” Finol, Pompeyo Davalillo y Rafael García Cedeño fueron otros de los muchos venezolanos que vieron acción en la pelota veraniega dominicana.

Día como hoy: En la capital dominicana el zurdo cubano Agapito Mayor, Águilas Cibaeñas, venció al Escogido, 3-1; Escogido se llevó el vespertino, 2-1, con el zurdo boricua Luis “Tite” Arroyo y el derecho Johnny Wright en el montículo. Wright fue el triunfador… En San Pedro de Macorís, en el matutino, Chichí Olivo, de los Tigres del Licey, permite ocho carreras, pero lanza juego completo y gana, con su equipo anotando 12 veces. El partido de la tarde se suspendió por problemas entre los árbitros y el dirigente Oriental, Fermín Guerra. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.