“Como una nota simpática, escucharon los capitaleños, desde la “Broadcasting Hotel Mercedes”, voces distinguidas de damitas santiagueras, acompañadas por un piano, en el merengue de moda, “Leña”, arreglados en el momento con “Leña pa’ los Dragones”, Listín Diario, julio 5, 1937.
New York, New York, noviembre 14, 2016 – Durante un partido entre Estrellas Orientales y Águilas Cibaeñas, Luichy Sánchez, expresaba con datos precisos e interesantes, como el merengue “Leña” se convirtió en el himno del conjunto aguilucho.
Anteriormente, Sánchez, comentarista de television del equipo cibaeño, se había referido al tema.
La Lira del Yaque
“En 1937, en el Enriquillo Park de Santiago, se inició la costumbre de amenizar los juegos con orquestas y conjuntos; le tocó la suerte a la ciudad santiaguera disponer de la mejor orquesta dominicana de su generación, la orquesta Lira del Yaque, fundada y dirigida por el profesor Luis Alberti”, señala el comentarista, en la edición del matutino capitaleño Listín Diario, del 23 de febrero del 2008.
Orquesta Santa Cecilia
Sin embargo, para el 1937, la Lira del Yaque ya había desaparecido del pentagrama musical de la Ciudad Corazón, de acuerdo a Marino Incháustegui.
“Al desintegrarse en 1932 la orquesta Lira del Yaque, la mayoría de sus músicos entró a formar parte del grupo y la nueva orquesta que resultó de esta fusion haría historia bajo el nombre de Orquesta Santa Cecilia”, declara Incháustegui, en la página 44, de su obra “ Por Amor al Arte”.
Compadre Pedro Juan
El emblemático merengue Compadre Pedro Juan, como Leña, de la autoría del profesor Alberti, era, según Sánchez, el himno del equipo.
Los Dragones de Ciudad Trujillo
Ciertamente, los Dragones del Ciudad Trujillo, líderes del torneo, llegaron a Santiago el domingo 4 de julio, donde celebraron una doble cartelera en el legendario Enriquillo Park.
El número mágico para los Dragones coronarse campeones era el uno.
En el matutino, las Águilas anotaron seis veces en la primera entrada en un partido que eventualmente ganaron con anotación de 8 – 7.
Cuatro incogibles del jardinero Clyde Spearman y el cuarto cuadrangular de la temporada del anteasalista Santos Amaro, fue todo lo que necesitó el club santiaguero para llevarse el triunfo.
Fue, aparentemente, en el encuentro vespertino, cuando “Leña”, se convirtió en el himno del equipo allende La Cumbre.
Con el Ciudad Trujillo ganando, 1 – 0, en el segundo episodio; en la parte baja del mismo, los locales tomaron la delantera, 2 – 1, cuando el intermedista y dirigente, Martín Dihigo, abrió con jonrón, su cuarto del año. Después que el inicialista David “Showboat” Thomas fue retirado por la vía 1 – 3, el receptor Robert Clarence “Spoony” Palm también se fue para la calle. Las Águilas triunfaron, 4 – 2, en duelo de pitcheo entre los derechos Chester Brewer, 2 – 2, y Leroy “Satchel Paige”, el perdedor, 6 – 3. Paige terminó con 0- 3 en Santiago.
Fue entonces cuando las damitas santiagueras interpretaron el estribillo “Leña pa’ los Dragones”, desde el icónico Hotel Mercedes.
Una semana después, en el Campo Deportivo Municipal de la ciudad capital, los Dragones de Ciudad Trujillo, o “La Máquina Perfecta”, como la bautizara el gran periodista deportivo Miguel A. Peguero hijo, y dirigida por los dominicanos José A. Sabino, Hostos Fiallo y Luis Ernesto “Burrulote” Rodríguez, se llevaron el título de campeones.
Material Nativo Hummillado
Aunque una desgracia para el material nativo e independientemente de la forma en que se organizó, el campeonato de 1937, fue de extraordinaria competencia y reconocido como uno de los mejores del área.
El Gran Equipo Cibaeño
Las Águilas conformaban un gran equipo, que se llevó el liderato en cuadrangulares y cuatro de sus defensores, batearon por encima de los .300, perdiendo en el ultimo día de la contienda.
Solo que los Dragones, por bien o por mal, eran superiores.
No veo las razones por la cual el merengue “Leña”, que el próximo cuatro de julio cumple 80 años interpretándose en un estadio santiaguero, sea injustificadamente sustituido como el himno de la novena cibaeña.