Tetelo, Último en Grandes Ligas, en batear sobre los .400.

“Del Havana Red Sox, las Estrellas Cubanas han adquirido a Tetelo Vargas, un joven de 18 años de edad,  quien está jugando el campo corto como el gran Pelayo Chacón, en sus años de juventud. A Vargas se le acredita haber cubierto las 100 yardas en menos de diez segundos, uniformado de jugador de beisbol”,
The New York Age, sábado 10 de septiembre, 1927.

New York, New York, junio 23, 2021 – De acuerdo al periódico The New York Times, del viernes 18 de junio del presente año, Tetelo Vargas, no Stan Musial, fue el líder de bateo en Grandes Ligas, en 1943.

En dicho año, el “Gamo dominicano”, defendiendo la posición seis del  New York Cubans, de la Liga de Color del Este, bateó para .471. Musial, patrullero de los Cardenales de San Luis, .357.

Agregando sal a la herida, el rotativo informa que Josh Gibson, receptor del Pittsburgh Crawfords, llegó segundo con promedio de .466.

La crónica del matutino newyorquino se basa en investigaciones realizadas por Baseballreference, una base de datos  de Grandes Ligas y las Ligas Negras de Beisbol. Las Ligas Negras están consideradas desde diciembre del año pasado como ligas mayores.

Juan Esteban “Tetelo” Vargas, quien nació el 11 de abril del 1906, debutó en el Big Show en 1927, siendo el jugador número 6,458 en lograrlo.

Aunque no se señala su primer día en Grandes Ligas con el  Cuban Stars, de Alex Pompez, Tetelo llegó a los Estados Unidos de América como miembro de la novena independiente Habana Red Sox,  que dirigida por el cubano Ramiro Ramírez, había firmado al joven paracorto dominicano en Puerto Rico, en 1927.

Para el nueve de julio, los Red Sox habían visitado a Massachussetts, Rhode Island, Connecticut, New York, New Jersey, Ohio y West Virginia, según el Pittsburgh Courier, del sábado nueve de julio, 1927.

Vargas pasó al conjunto de  Pompez  en septiembre del 1927, mientras se celebraba la II Vuelta del torneo profesional de la Liga de Color del Este, de dicho año.

Con marca de 24 – 19, el Cuban Stars llegó en tercer lugar en la I Vuelta, detrás de los Gigantes del Baccarat, 29 – 17,  y los Medias Negras del Baltimore, 23 – 17.

El promedio de .471 convierte al dominicano en el líder de bateo con el percentage más elevado en el beisbol moderno de la Gran Carpa y el último en batear .400 o más, en la Gran Carpa.

El comienzo.

A los 14 años de edad, Vargas era miembro del equipo Clase B Capotillo, campeón del beisbol capitaleño en 1920 – 1921.

Debutó como profesional el 23 de abril del 1922, con los Leones del Escogido, que celebraba una serie local con los entonces Amarillos del Licey.

Participó con el Escogido en los torneos nacionales del 1923 y 1929 y con las Estrellas Orientales en 1936, 1937 y en los cuatro años de la pelota de verano, 1951 – 1954. En 1953 fue líder de bateo con promedio de .355.

Con los Leones del Habana, en el torneo recortado del 1930 – 1931, fue líder en cuadrangulares, con uno.

 Vargas actuó   además en Colombia, Puerto Rico y Venezuela.

Para la actuación de Vargas en Colombia, véase el libro “Génesis del Beisbol en Colombia”, de José Nieto Ibáñez, página 224.

En el beisbol boricua terminó con promedio ofensivo de .321 en 16 temporadas.  En 1938 – 1939,  primer torneo de la pelota profesional borinqueña,   integró con el cubano Alejandro Oms y el puertorriqueño Radamés López, el trio de jardineros del conjunto Guayama, a los que la prensa local bautizó con el mote de  los tres “centauros”.

Con el Guayama bateó  .414 y en 1943 – 1944, con los Cangrejeros del Santurce, se llevó el liderato de bateo con un percentage de .410.

En 1945 fue seleccionado por la prensa dominicana como el mejor jardinero central dominicano de todos los tiempos.

Sin lugar a dudas, Vargas, quien falleció en 1971, en Guayama, Puerto Rico, verdaderamente trilló el camino a los cientos de jugadores dominicanos que han participado en el Gran Circo.

Al Cierre

Quien nada tiene que esconder, nada tiene que temer, pero con el chequeo constante a que están siendo sometidos los lanzadores de Grandes Ligas, da la impresión de que las autoridades beisboleras están implantando un régimen de terror. De todos modos, si ese “régimen de terror” se hubiera llevado a cabo durante la llamada “Era de los esteroides”, tal vez, muchos jugadores de esa época, no estuvieran hoy en día, en las adversidades en que se encuentran. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.

Carreras Empujadas en un Partido

New York, New York, junio 21, 2021 – Que en un partido de beisbol se empujen muchas  carreras, no es nada del otro mundo. Lo que es del otro mundo, es, cuando esas carreras vengan de fuente inesperada: De un lanzador.

El jardinero Nelson Cruz empujó diez carreras en un juego, estableciendo un record en el beisbol profesional dominicano.

El lanzador Miguel Ángel Vargas disparó dos triples con los sacos llenos en un encuentro, implantando una marca que de seguro perdurará para siempre.

El seis de julio del 1952, las Estrellas Orientales se enfrentaton a los Tigres del Licey en el estadio de la escuela normal Presidente Trujillo, de la capital dominicana.

El derecho Vargas abrió por el Licey. El cubano Joe Alonzo, por los Orientales.

Primer triple

Licey anotó tres veces para irse al frente, 3-0, en la tercera entrada. Con los boricuas Luis Rodríguez Olmo y Rubén Gómez esperando remolque, Fiquito Suárez entregó el primer out . Los corredores no avanzaron. El dirigente Oriental, Manuel “Cocaína” García, pasó intencionalmente a Olmedo Suárez, para enfrentar a Vargas. La estrategia falló. El nativo de Bonao  limpió las bases con triple por el jardín central.

Segundo triple

 Licey aumentó la ventaja  8 – 0, con cinco vueltas en el cuarto episodio. Ahora con Gómez y Othelo Renfroe en las almohadillas, Fiquito Suárez se sacrificó. Nuevamente, el cubano García caminó a Olmedo Suárez para tirarle a Vargas. Nuevamente tropezó con la misma piedra. Vargas disparó otro triple, esta vez por el jardín izquierdo, para luego anotar por batazo de Rafael A. “Papito” Vargas y error del inicialista Canín “Zabú” Zabala.

El primer triple de Vargas se produjo contra Alonzo; el segundo contra José “Achín” Matos.

Bert Haas

A finales de la década de los 30’s, Bert Haas era uno de esos prospecto con el sello de los que nuncan pueden fallar, en la organización de los Dodgers de Brooklyn. Haas se conformó con brillar en la pelota caribeña.

El sábado 16 de mayo del 1953, en la capital, los Tigres del Licey ganaron a las Águilas Cibaeñas, 19-5, con el antesalista felino empujando siete carreras, disparando dos cuadrangulares, uno con las bases llenas, un sencillo y un pasaje gratis con los sacos repletos.

Chilote Llenas

Un pelotero franquicia, Winston “Chilote” Llenas, siempre se distinguió como bateador de poder con las Águilas Cibaeñas. El nueve de noviembre del 1968, las Águilas vapulearon a los Leones del Escogido, 20-5, en el estadio Cibao, de la Ciudad Corazón. El antesalista aguilucho empujó siete vueltas con tres cuadrangulares. Llenas, quien se había ido dos veces para la calle el día anterior, se convirtió en el segundo bateador en disparar tres jonrones en un juego, en la pelota rentada dominicana.

Greg Brock

Brock, inicialista zurdo de los Tigres del Licey, dio un recital de bateo el domingo 13 de noviembre del 1981, empujando todas las vueltas de su equipo, no obstante Licey ser  derrotado, 12 – 8, por las Águilas Cibaeñas. Brock disparó tres tetrabases, uno con los sacos congestionados, un doble y un sencillo, en el estadio Quisqueya, de la capital, en una tarde que jamás olvidará.

Víctor Mata

Le tocó el turno al prometedor novato Víctor Mata igualar la marca de Brock, cuando vistiendo la franela del Licey, el 13 de noviembre del 1983, envió ocho vueltas a la goma, con tres cuadrangulares y un sencillo, en la victoria de los Tigres, 15-7, frente a los expansionistas  Caimanes del Sur, en la capital. Uno de los batazos de Mata fue un Grand Slam.

Nelson Cruz

En el estadio Quisqueya, los Gigantes del Cibao vencieron a los Tigres del Licey, 21 – 13, el 26 de noviembre de 2008. Con dos cuadrangulares, un doble y dos sencillos, Nelson Cruz remolcó diez de esas vueltas, implantando el record de carreras impulsadas en un juego en República Dominicana.

El record de Cruz, tal vez sea mejorado, pero el de Vargas, jamás será quebrado.

Al Cierre

En el beisbol de Grandes Ligas, durante los tiempos de la cláusula de reservas, sistema en el cual un jugador pertenecía de por vida a un equipo, y denunciado por el jardinero Curt Flood como “esclavitud moderna”, cuando un pelotero iba a firmar contrato y  rogaba un aumento por la gran temporada disfrutada, el Gerente General le respondía: !Dónde tu vas a ganar esa cantidad de dinero, esto es lo que hay! Pero gracias a Flood y a Marvin Miller, hoy altamente olvidados, llegó la agencia libre con los grandes y jugosos contratos. De modo que si un pelotero se queja de la presión provocada por su dirigente, sus coaches, la prensa y el público que paga para presenciar el evento, todo lo que tiene que hacer es irse a una factoría, levantarse a las seis de la mañana,  acostarse a las diez de la noche, y verá lo que es realmente presión. Hasta la próxima, si Dios lo permite. Abur, abur.