“Máximo Gómez, su hijo Panchito, Manuel de Jesús de Peña y Reinoso, Modesto Díaz y Luis Félix Marcano, están entre los cientos de dominicanos que ofrendaron sus vidas por la libertad de Cuba”.
Del libro Los Próceres Escritores, de Joaquín Balaguer.
New York, New York, – Los años del 1930 fueron prolíferos en visitas de clubes internacionales de béisbol al país. Que se sepa, en ningún otro período la República ha sido anfitriona a tantas delegaciones extranjeras del deporte del bate, el guante y la pelota.
El Concordia, Leones de Ponce, Hazleton, Rojos de Cincinnati, Aztecas de Méjico y Alacranes del Almendares, de Venezuela, Puerto Rico, los Estados Unidos de América, Méjico y Cuba, respectivamente, están entre los tantos equipos profesionales que se presentaron en diferentes ocasiones en el Campo Municipal, de la capital dominicana.
En esta oportunidad, me voy a referir a la realizada por la emblemática novena cubana, los Alacranes del Almendares, en marzo de 1936.
Después que los Leones de Ponce efectuaron una corta serie en enero de dicho año, contra el conjunto criollo Westinghouse ( la que describiré luego ), el Almendares, en ruta hacia Puerto Rico, llegó a la capital, desde Monte Cristi, ciudad donde desembarcó procedente de Cuba, el ocho de febrero.
En el Almendares, segundo en la Liga Cubana en 1935-1936, militaban jugadores de la categoría de Martín Dihigo, Alejandro Oms, Cando López, Lázaro Salazar, Juan Santaella, Pedro Arango, Rodolfo y José María Fernández, Manuel ( Cocaína ) García y el dirigente, el veterano lanzador zurdo, Isidro Fabré.
El domingo nueve de febrero, se efectuó una doble cartelera entre los cubanos, Leones del Escogido y Tigres del Licey.
En el partido matutino, los derechos Rodolfo Fernández y el venezolano Narciso ( Chimbo Cañón ) Díaz, sostuvieron duelo de pitcheo, ganando Fernández tres a dos. Un doble de Dihigo, empujador de dos vueltas en la sexta entrada, fue el batazo decisivo. Loló Pérez, Grillo B. y Rafael ( Papín Martínez ), fueron los mejores a la ofensiva por el Escogido.
En el vespertino, los Alacranes triunfaron nuevamente, esta vez contras los Tigres del Licey. Los Azules dominicanos anotaron tres veces en la primera entrada y dos en la tercera, por batazos oportunos de Rafael Amable ( El Cabo Sonlley ) Alvarado, pero al frente 5-1, la oposición se alzó contra los lanzamientos de Pedro Alejandro San y el novato Gustavo Lluberes, ganando, 8-7.
En otro doble partido el 10 de febrero, los Alacranes volvieron a derrotar al Licey, 4-2. El gran lanzador novato Lluberes tiró juego completo, pero la suerte le falló. Por los cubanos lanzaron García, Dihigo y Fabré..
Finalmente en el choque vespertino, el Escogido otra vez con Díaz lanzando, ganó 4-2, en ocho entradas. Los locales anotaron todas sus vueltas en el segundo episodio mediantes hits de Bragañita García, Grillo B., Loló Pérez, Grillo A. y Güigüí Lucas, contra el abridor y perdedor Fabré.
Los partidos
Febrero 9, mañana
Almendares 010 020 000 3 6 2
Escogido 010 001 000 2 7 1
Tarde
Almendares 100 005 020 8 11 3
Licey 302 002 000 7 8 3
Febrero 10, mañana
Almendares 010 020 010 4 9 3
Licey 020 000 000 2 7 2
Tarde
Almendares 101 000 00 2 7 2
Escogido 004 000 00 4 8 0
Los equipos
Escogido
Rafael ( Papín ) Martínez, Luis ( Güigüí Lucas ) St. Clair, receptores; Narciso ( Chimbo Cañón ) Díaz, Andrés Julio ( Grillo B ) Báez, Miguel ( Abejita ) Ruiz, lanzadores; Wenceslao ( Laitico ) Mieses, Mateo de la Rosa, Juan D. ( Bragañita ) García, José Dolores ( Loló ) Pérez, Pedro A. ( Grillo A ) Báez, jugadores del cuadro, y Carlos A. Fiallo, Mariano Defilló, Pedrito Álvarez, jardineros. Hostos Fiallo, dirigente.
Licey
Enrique Lantigua, Miguel ( Nonito ) García, receptores; Gustavo Lluberes, Pedro Alejandro San, Bebecito del Villar, lanzadores; Pedro Nina, Miguel ( Bomboliá ) Medina, José ( Pepe Lucas ) St. Clair, Horacio Martínez, jugadores del cuadro, y Rafael Amable ( El Cabo Sonlley ) Alvarado, Rafael ( Mellizo ) Puesán, Raúl Rodríguez y Juan Bautista ( Pajarito ) Perdomo, jardineros. Charles Dore, dirigente.
Todos los encuentros fueron transmitidos a través de la emisora HIG y amenizados por la entonces popular orquesta Lira de Quisqueya.
Al Cierre
El hecho de que no se formara, habiendo material suficiente, un fuerte combinado que enfrentara al Almendares, es una clara indicación, en mi opinión, de que el divisionismo que siempre ha sacudido el béisbol profesional del país, estaba presente en la época. No cabe la menor duda, de que una Selección Nacional no hubiera tenido problemas en derrotar, no solo a la representación cubana, sino, también, a los Rojos de Cincinnati.